Tyrannosaurus rex (T.rex)
Tyrannosaurus rex (T.rex)
Norteamérica
Nombre: Tyrannosaurus rex (T.rex)
Dieta: Carnívora
Peso: 7 toneladas
Periodo: Cretácico Supeior
Encontrado En: Norteamérica
Si a cualquier persona le preguntas sobre un dinosaurio, casi con un 100% de probabilidad pensará en un Tyrannosaurus rex (T.rex). Y es que el T.rex es todo un mito. No solo hablamos del rey de los dinosaurios, sino posiblemente de la criatura más terrorífica y violenta que jamás haya existido.
La familia: terópodo tiranosáurido
Grande, potente y feroz.
Así es nuestro Tyrannosaurus rex. Lo tiene todo para ser el dinosaurio más famoso que existe. Aunque si lo piensas, algo ya le viene de familia.
Nuestro T.rex es un terópodo tiranosáurido. Y ahora te estarás preguntando, y eso ¿qué significa?
Los terópodos (Theropoda significa «pie de bestia») son dinosaurios carnívoros que se mantenían sobre dos patas (bípedos). En cambio, el término tiranosáurido se refiere a grandes lagartos «tiranos», dinosaurios de cráneo grande y prominente, casi sin cuello y extremidades anteriores cortas (lo que podríamos llamar los brazos).
Con un apellido como «tirano», no podías pretender que este dinosaurio fuese una criatura amigable y apacible.
Vamos a revisar su árbol genético:
Filo: | Chordata |
Clase: | Archosauria |
Superorden: | Dinosauria |
Orden: | Saurischia |
Suborden: | Theropoda (terópodos) |
Superfamilia: | Tyrannosauroidea (tiranosáuridos) |
Familia : | Tyrannosauridae (tiranosaurio) |
Subfamilia: | Tyrannosaurinae |
Tribu: | Tyrannosaurini |
Género: | Tyrannosaurus |
Especie: | T. Rex |
Con el árbol genealógico de nuestro T. rex también ha habido controversia. Hermanos que eran primos, hermanos no reconocidos… Toda una historia.
Nuestro primo el exótico: el Tarbosaurus baatar
Los fósiles de este terópodo han sido encontrados en Mongolia y en varias partes de China.
La controversia viene porque algunos científicos consideran al Tarbosaurus baatar como un ejemplar más de Tyrannosaurus rex. La única diferencia estribaría en que el T.baatar vivía en Asia, mientras que nuestro T.rex era norteamericano. Sin embargo, para otros paleontólogos son géneros distintos.
Desde luego, de lo que no hay duda es que ambos estaban vinculados de forma muy estrecha.
Manospondylus gigas: el padre no reconocido
Como te decía antes, en la familia de nuestro T.rex ha habido sus más y sus menos. Vamos con uno de los problemas más controvertidos, digno de las revistas del corazón.
Corría el año 1892 y el paleontólogo Edward Drinker Cope encontraba dos vértebras parciales de un dinosaurio. En un primer momento, Cope atribuye su origen a un ceratópsido (dinosaurios con cuerno) y denomina a su descubrimiento Manospondylus gigas.
Unos cuantos años después, Henry Fairfield Osborn (paleontólogo y presidente del Museo Americano de Historia Natural) admitía la enorme similitud entre el Manospondylus y el Tyrannosaurus. No obstante, nunca se llegó a reconocer que eran de la misma familia o género, y menos de que fueran la misma especie.
Hacemos ahora un pequeño salto en el tiempo y nos plantamos en el año 2000. Un equipo del Instituto Black Hills localiza más restos del mismo dinosaurio que encontró Cope hace más de 100 años. Las pruebas demostraron que el tiranosaurio y el Manospondylus eran iguales.
Surgía entonces un debate, ¿debía cambiarse el nombre de Tyrannosaurus rex por el de Manospondylus Gigas?
Según la opinión de muchos sí debía cambiarse, ya que es la denominación más antigua. El nombre de «Tyrannosaurus rex» se lo había dado Osborn en 1905.
Sin embargo, para otros tantos, era una aberración cambiar el nombre de un dinosaurio tan conocido.
El punto y final a la controversia la ponía la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN). La ICZN determinó que no se podía cambiar un nombre, aunque fuese incorrecto, después de haber sido usado durante más de 50 años.
Por tanto, sí podemos afirmar que el Manospondylus fue el primer fósil que se encontró de T.rex, pero de cambiar el nombre, nada de nada.
De hecho, si algún paleontólogo intentase rebatir esta decisión, lo más probable es que la ICZN denominase el nombre de Cope como nomen oblitum (nombre olvidado) y el de Osborn como nomen protectum (nombre protegido).
Dynamosaurus: más problemas de apellido
Nuestro tiranosáurido debió tener una infancia compleja ya que problemas acerca de su identidad tuvo muchos.
Acabamos de ver que nuestro T.rex se podía haber llamado Manospondylus, pues lo mismo ocurrió con la denominación Dynamosaurus imperiosus.
Era el año 1900 y en la localidad de Wyoming se encontraba un espécimen de dinosaurio que pasaría a denominarse Dynamosaurus.
De aquella, todavía no se había descubierto un ejemplar completo de T.rex, por lo que no se pudo comparar con este ejemplar. Unos años después, sería de nuevo Osborn el que comprobaría que se trataba del mismo género.
Pero esta vez, era la denominación Tyrannosaurus rex la que estaba inscrita antes. Por muy poco, se dice que tan solo por una hoja de diferencia, pero fue lo suficiente como para que este sea el nombre del dinosaurio más famoso de la historia.
¿Qué significa el nombre científico del Tyrannosaurus rex?
Después de todos los problemas que hemos visto que ha habido para dar un nombre a este terópodo, que menos que saber que significa realmente la famosa denominación de Osborn: Tyrannosaurus rex. La traducción sería: «el rey de los lagartos tiranos».
No podemos negarle a Osborn que acertó con el nombre ya que para muchas personas, el T.rex es el rey de los dinosaurios.
¿Quién descubrió a este dinosaurio?
Ya hemos nombrado a algunos de los nombres propios más importantes en la historia de nuestro tiranosaurio, pero desde luego, no a todos.
Nos subimos en nuestra cápsula del tiempo y recorremos todos los hallazgos que se han hecho del T.rex.
Últimos hallazgos o la ruptura del hueso
Es el año 2005, la doctora Mary Higby Schweitzer y un grupo de paleontólogos anuncian un hecho sin precedentes: han encontrado material blando dentro de un fémur de un Tyrannosaurus rex. La importancia de este hallazgo recae en varios puntos:
- Colorado: el paleontólogo A. Lakes. encuentra unos dientes de tiranosáurido, aunque tendrías que pasar muchos años hasta que se supiese que correspondían a un T.rex.
- Wyoming: J. B. Hatcher descubre unos fósiles de un hueso postcraneal. De aquella se pensó que pertenecían a un Ornithomimus (O. grandis).
- Dakota del Sur: Edward Drinker Cope encuentra dos vértebras parciales (una desaparece). Cope denomina al dinosaurio Manospondylus gigas, como hemos visto, más tarde se vería que esos huesos correspondían a un Tyrannosaurus rex.
- Wyoming: Barnum Brown descubriría un esqueleto y lo nombraría como Dynamosaurus imperiosus. Aunque como hemos visto, cuestiones del destino, este nombre quedó en el olvido. Brown está considerado el descubridor del T.rex y del Ankylosaurus. Trabajaba en el Museo Americano de Historia Natural como conservador.
- Montana: Brown encuentra un segundo esqueleto de tiranosaurio. Este será el que tome de referencia Henry Fairfield Osborn para hacer su descripción del terópodo. Osborn le da el nombre de Tyrannosaurus rex.
Brown llegó a encontrar 5 esqueletos parciales del T.rex.
- Sin referencia del lugar: Harley Garbani encuentra el que se considera el cráneo más grande de este tiranosaurio jamás encontrado.
- Buffalo: Stan Sacrison descubría un esqueleto parcial de este dinosaurio. «Stan» que es como se le bautizó presentaba varias costillas rotas y un importante agujero en la cabeza. Es más que probable que Stan cayera abatido por otro T.rex (el tamaño del agujero coincidía con las dimensiones de un diente de este tiranosáurido).
- Dakota del Sur: la paleontóloga aficionada, Susan Hendrickson, encontraba el esqueleto más completo visto hasta la fecha. Se recuperó un 85% del total. Los restos de «Sue» conllevaron una batalla legal que ganó el dueño del terreno, Maurice Williams. Ganaría casi 8 millones de dólares al vender el esqueleto en una subasta.
- Dakota del Sur: un equipo del Instituto Black Hills descubre el sitio donde Cope había encontrado las dos vértebras del M. gigas e inicia una excavación en la que encontrarían más restos. Se ve que los huesos corresponden a un T.rex.
Se inicia el debate sobre un posible cambio de nombre. El ICZN decide mantener el nombre de Osborn.
- Montana: Jack Horner halla 5 ejemplares de Tyrannosaurus. Uno de ellos el más largo conocido.
Por un lado, es muy extraño poder encontrar restos de este tipo de material pasados tantos, tantos años (unos 70 millones).
Por el otro, se abren las puertas a poder hacer unos análisis que cerrarían muchos debates acerca del tiranosaurio (por ejemplo, si tenía o no sangre caliente). También, puede darse la opción de extraer alguna célula madre.
Ruptura intencionada o no
Resulta extraño el pensar que un hueso se pueda romper cuando son tratados con la mayor de las delicadezas. Por ello, se llegó a especular si la doctora Schweitzer podría haberlo roto de forma deliberada.
Uno de los paleontólogos se defendía de las acusaciones con una afirmación un poco ambigua: «No es habitual encontrar huesos de un dinosaurio, menos aún de un T.rex, y cuando los tenemos los solemos tratar con muchísimo cuidado. Nadie va por ahí haciendo agujeros o rompiendo huesos para analizar su interior… aunque hay cosas muy interesantes ahí dentro».
Dónde y cuándo vivió el Tyrannosaurus rex
Para saber cuándo vivió el T.rex nos tenemos que remontar a la época Cretácica, en concreto, a la Maastrichtiense.
Para que te puedas situar mejor, te hago un pequeño esquema:
Hay cuatro eras geológicas: Precámbrica, Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica.
En la Mesozoica es en la que habitaron los dinosaurios. Esta era empezó hace unos 250 millones de años y duró unos 140 millones. Como siempre digo, día arriba, día abajo
El Mesozoico se divide en otras tres etapas: Triásico, Jurásico y Cretácico. En este último, es en el que los Tyrannosaurus rex vivieron. En concreto, como vimos antes, en el Maastrichtiense.
Este es el último período que se da hasta que desaparecen los dinosaurios. La caída del meteorito que provocó su extinción haría que empezase una nueva era geológica, la Cenozoica.
Por tanto, podemos imaginarnos perfectamente a un T.rex corriendo detrás de una presa, mientras vemos cómo un enorme meteorito se acerca peligrosamente a La Tierra. Menuda imagen ¿verdad?
En cuanto a su lugar de residencia, todos los fósiles que se han encontrado estaban en Norteamérica occidental.
Cómo era este tiranosáurido: características?
Gracias a las películas todos visualizamos a la perfección a este tiranosaurio. En posición bípeda, una gran cabeza, dos extremidades superiores muy cortas, una gran cola y dos patas muy potentes.
Pero, ¿era de verdad así el T.rex?
A rasgos generales sí, pero habría que puntualizar alguna cuestión.
Cuánto medía este tiranosáurido
Podía llegar a medir unos 13 metros de largo y unos 4 metros de altura. Esta última medida va hasta las caderas y está relacionada con la postura que adoptaba el Tyrannosaurus rex. Su peso oscilaba entre las 6 y 8 toneladas.
Nos solemos imaginar al T.rex en posición vertical, tal cual como si fuese un humano. Tenemos esta imagen de él, porque las primeras representaciones que se vieron en los museos apoyaron esta visión.
Con el tiempo, se ha demostrado que esta postura del Tyrannosaurus sería imposible ya que habría implicado que las caderas y otros huesos se dislocasen.
La postura real es bípeda, pero su cuerpo se inclinaba tanto hacia adelante que su cabeza y su cola estaban a la misma altura.
Aspecto físico del T.rex
Una de las partes más espectaculares del tiranosaurio es su cabeza. Enorme y alargada podía llegar a medir un metro y medio de largo. Además, al ser su hocico estrecho le permitía tener una mejor visión.
Sus dientes también son espectaculares de grandes que son. El record está en uno de 30 centímetros (incluida la raíz), siendo el diente más grande de dinosaurio jamás encontrado.
En cambio, su cuello era muy corto y fornido, ten en cuenta que tenía que soportar el peso de la cabeza.
Las extremidades superiores eran muy cortas y en cada una, tenía dos garras. Sí, dos y no tres. Se ha representado al T.rex con tres garras por una hábil jugada de nuestro querido amigo Henry Fairfield Osborn. Cuando se descubrió el primer esqueleto de T.rex, se decidió exponer al público. En el montaje surgió un problema, no tenía las extremidades superiores.
¿Qué ocurrió?
Pues que Osborn, presidente del Museo Americano de Historia Natural, para que el esqueleto no se viese incompleto, colocó las garras de Allosaurus. Y los «brazos» de este dinosaurio sí tienen tres garras.
Se ha especulado de la potencia o no de los «brazos» de este tiranosáurido, ya que en comparación con el resto del cuerpo se ven un poco «flojuchos».
Esta sería una apreciación errónea según el paleontólogo del Museo Americano de Historia Natural de New York, Jack Conrad, «el bíceps de un T.rex podría haber levantado pesos de hasta 200 kilos».
¿Para qué usaba sus brazos el Tyrannosaurus rex?
Ha habido mucha especulación en torno a esta pregunta y se han barajado 3 teorías distintas.
- Servían para sujetar a la hembra en el momento de la copulación.
- Se apoyaba en ellos para levantarse del suelo en los momentos que estaba echado.
- Servían para sujetar a las presas mientras que los mordía con sus fauces.
Las patas del tiranosaurio ya eran mucho más poderosas, no olvidemos que estamos hablando de un dinosaurio con un peso de unas 7 toneladas. No obstante, y en relación con lo que comentábamos de la postura, la cola servía para equilibrar el peso de la enorme cabeza. Reforzando este punto está el hecho de la cola estaba compuesta por más de 40 vértebras.
Eso sí, muchos de sus huesos estaban huecos. Así su peso disminuía, pero su fuerza no.
Te has planteado qué velocidad podría alcanzar este tiranosaurio. Todos tenemos en nuestra retina escenas de Jurassic Park en las que el T.rex corre a una velocidad asombrosa.
¿Se corresponde esto con la realidad?
Pues no. Según un estudio del 2007 de la Universidad de Manchester este tiranosáurido podría alcanzar una velocidad máxima de 29 km por hora.
Para llegar a esta conclusión tuvieron que usar una supercomputadora. Y es que este ordenador tuvo que procesar toda la información de la estructura ósea y muscular del dinosaurio. ¡Tardó una semana en poder hacerlo!
Desde luego, no era Usain Bolt, pero no dudes que si llegase el día en que un T.rex te estuviese persiguiendo, lo mejor sería que te saliesen alas.
El Tyrannosaurus rex y las plumas: ¿un dinosaurio emplumado?
Plumas sí o plumas no. La realidad es que a día de hoy todavía no hay una certeza. Además, hay mucha variedad de opiniones.
Algunos paleontólogos afirman que podrían haber tenido plumas por todo su cuerpo. De hecho, en China (en la provincia de Liaoning) se descubrieron 4 fósiles de terópodos que presentaban asomos de tener plumas. Entre ellos estaba el fósil de un Velociraptor.
Este hallazgo no hace sino que reforzar la teoría de que las aves actuales descienden de los antiguos terópodos.
Hay otras opiniones que mantienen que en vez de por todo el cuerpo, es posible que solo tuviesen plumas en algunas partes.
Mientras hay estudios que afirman que si hay opciones de que hubiese tenido plumas, aunque no como las actuales, sino protoplumas. Las protoplumas son el antepasado de las plumas tal y como las conocemos hoy en día, tenían una estructura filamentosa, como unas cerdas alargadas.
Una prueba sería que los celurosaurianos, familia a la que pertenecen los tiranosáuridos tenían este tipo de plumaje.
Tiranosáurido de sangre caliente o no
Sangre fría: por ser reptiles
Hasta 1960 siempre se pensó que los dinosaurios tenían sangre fría por su vinculación con los reptiles.
También, parecía imposible que un animal del tamaño de un dinosaurio pudiese tener sangre caliente ya que eso implicaría que tendría que ingerir una cantidad de alimentos inmensa.
Otra prueba que se usaba para refutar que los dinosaurios eran de sangre fría eran las marcas de crecimiento de sus huesos ya que son similares a las de los reptiles.
Ni fría, ni caliente: mesotérmicos
Un estudio de la Universidad de Nuevo México, se queda en el punto intermedio: ni fría, ni caliente.
Según el director del estudio, John Grady, la amplia mayoría de dinosaurios eran mesotérmicos. Su exposición se basa en la investigación que hicieron acerca de la tasa de crecimiento y el metabolismo de estos animales prehistóricos.
Cuanto más rápido crece un animal necesita más energía y calor corporal. Después de cruzar datos entre distintos animales de similar tamaño, la conclusión fue que los dinosaurios tenían un ritmo de crecimiento intermedio. Por tanto, las posibilidades de que fuesen mesotérmicos son muy altas.
Sangre caliente
A día de hoy todos los indicios apuntan a esta dirección.
Un científico de la Universidad de Stony Brook, Michael D`Emic, revisó todos los datos extraídos del estudio de la Universidad de Nuevo México, desestimando las conclusiones que había sacado Grady.
Según D`Emic, el equipo de Nuevo México no estimó bien las tasas de crecimiento de los dinosaurios ya que las valoraron que crecían de forma regular cuando no es así. Para este paleontólogo crecían al mismo ritmo que los mamíferos, y por tanto, tendrían sangre caliente.
Por tanto, todo apunta a que nuestro Tyrannosaurus era de sangre bien caliente.
Comportamiento de este tiranosaurio
T.rex hembra o T.rex macho: ¿había tiranosaurias?
No estaba claro si existía dimorfismo sexual (diferencias significativas entre los dos sexos) entre los tiranosaurios.
De hecho, algún paleontólogo ha reconocido que a pesar de los numerosos fósiles encontrados, se sabe muy poco de los rasgos sexuales de los dinosaurios.
Todo cambiaba hace muy poco, en marzo de este año (2016), científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Museo de Carolina del Norte de Ciencias Naturales encontraban un hueso medular de un fémur de un Tyrannosaurus rex.
La importancia de este hallazgo proviene de que en este tipo de huesos solo existen en las aves que están a punto de poner sus huevos.
Este hallazgo es también otro paso más para explicar la evolución de los dinosaurios a las aves modernas.
Los T.rex bebé
No se conoce mucho acerca de la vida y comportamiento de los tiranosaurios como grupo. Se cree que las hembras sí vivían en grupo, mientras que los machos deambulaban en solitario.
El proceso sería de la siguiente manera. Al tener los huevos, la hembra los enterraría en la tierra (como hacen las tortugas). Al nacer, las crías de T.rex eran protegidas por el grupo en zonas muy boscosas o de difícil acceso. Al llegar a la edad de diez años, los machos se separan del grupo y empezaban su vida en solitario.
Solo volverían a acercarse a las hembras cuando éstas estuviesen en celo.
Sin embargo, en el 2014 surgían pruebas de que sí que era posible que los tiranosáuridos viviesen en grupo.
Se encontraban en Canadá, tres rastros de huellas de Tyrannosaurus caminando en la misma dirección. También, por su tamaño y profundidad se podía descartar que fueran de una madre con sus dos crías.
Estas huellas serían un testimonio fehaciente de que los T.rex podrían haber vivido en grupos.
Cómo era la copulación de los tiranosaurios
Al igual que en el caso anterior, estamos ante un tema en el que no hay certezas.
Mientras hay científicos que ven viable la teoría de que el Tyrannosaurus sí tuviese pene, existen otros que defienden la hipótesis de que tenía una «cloaca».
En opinión de José Carlos García Ramos, director científico del Museo Jurásico de Asturias, la reproducción de los tiranosaurios debe ser parecida a la de las aves ya que son sus familiares más modernos.
En ese sentido, defiende la tesis de una reproducción «cloacal». La cloaca es una cavidad que aúna la función reproductora y urinaria. Para la reproducción, los T.rex unirían sus dos cloacas, inyectando así el macho el esperma en la hembra.
Según la bióloga, Olivia Judson, no se puede afirmar que el T.rex no tuviese pene. Su opinión se basa en que un grupo de aves (Palegnathae) sí tienen un miembro similar a un pene. No se puede ver a simple vista ya que está escondido en la cloaca, pero sí aparece en el momento de la cópula.
Una de las grandes atracciones del Museo Jurásico de Asturias (MUJA) son dos esqueletos de T.rex. Pero lo más curioso es que estos dos tiranosáuridos están colocados como si estuviesen copulando.
El crecimiento de este tiranosaurio
La esperanza de vida y el ritmo de crecimiento de los tiranosaurios lo podemos saber por los fósiles que se han encontrado.
Por lo que se ha averiguado hasta ahora el «techo» en la edad de estos dinosaurios estaba sobre los 30 años.
Su crecimiento no era continuo durante su vida. El T.rex crece de una forma sostenida hasta que llega al rango de los 14 años. Su peso en este punto roza las dos toneladas. En ese momento, su crecimiento se dispara durante cuatro años, cogiendo en este período unas 3 toneladas más de peso.
En cambio, llegada a esa edad, los 18, su crecimiento vuelve a ser más lento. Al igual que al principio.
Qué comían los Tyrannosaurus rex
- Tenía poca capacidad para correr en comparación con otros dinosaurios
- Sus brazos no eran lo suficientemente largos como para sujetar a sus presas.
- Hay evidencias de ataques de tiranosaurios a otros dinosaurios. Por ejemplo, en la cola de un Edmontosaurus se encontró incrustado el diente de un rex.
- Poseía una visión y un olfato portentoso, ideal para un cazador.
- Sería muy complicado que los tiranosaurios pudiesen sobrevivir solo de carroña, ya que sería difícil que hubiese una cantidad tan elevada como para alimentar a un dinosaurio de semejante tamaño.
T.rex Vs Spinosaurus: batalla entre dos colosos
En Jurassic Park se puede ver una escena en la que un Spinosaurus lucha contra un Tyrannosaurus rex. De hecho, este dinosaurio (muy famoso por la cresta de su espalda) salía victorioso de la batalla.
En un primer momento, el tiranosaurio muerde con sus fauces el cuello de este otro terópodo, aunque en un requiebro consigue soltarse. En ese momento, el Spinosaurus aprovecha para agarrar con su potente mandíbula el cuello del T.rex y así, rompérselo.
La película hizo famosa esta lucha, pero la realidad es que nunca hubiese podido llegar a producir. Estos dos dinosaurios no habitaron en la misma época.
Mientras que el tiranosáurido vivió en el período Maastrichtiense, el Spinosaurus lo hizo en el Cenomaniense. Hablamos de una diferencia de unos 40 millones de años.
Además, tampoco hubiesen podido encontrarse ya que el Tyrannosaurus rex residió en Norteamérica, mientras que el Spinosaurus vivió en África.
Aunque hubiese sido formidable el pensar una lucha entre ambos (siempre y cuando uno estuviese bien a salvo) es muy improbable que el Spinosaurus hubiese podido vencer al Tyrannosaurus rex. Sí, era más grande, pero mucho menos poderoso y pesado que el tiranosaurio. Sin contar que la mandíbula del Spinosaurus jamás hubiese podido competir ni por tamaño, ni por fuerza.
Durante un tiempo se consideró que la saliva del tiranosáurido podía haber sido infecciosa, proporcionándole así otra arma contra sus rivales.
Esta teoría la estableció William Abler al descubrir unos espacios en sus dientes donde podría retener carne putrefacta. Esto habría provocado que cada vez que el Tyrannosaurus hubiese mordido a alguien, una legión de bacterias también habría atacado a su oponente.
Esta hipótesis fue desechada por el paleontólogo, Jack Horner. Abler establecía como precedente para su teoría el dragón de Komodo, pero Horner fue capaz de probar que ambas criaturas no podían compararse ya que presentaban unas diferencias que invalidaban esa conjetura.
King Kong vs T.rex: lucha en las pantallas
Una de las batallas más monstruosas que se pueden imaginar es la que se daría entra el fornido King Kong y nuestro rey de los dinosaurios. Pues aunque no te lo creas, esta gran pelea sí tuvo lugar: en la gran pantalla.
Tanto en la película de 1933, como en el remake que hicieron en 2005, el gorila gigante se enfrenta contra un T.rex. En concreto, lucha contra tres y aunque sale victorioso (no deja de ser el protagonista) sale bastante mal parado.
En uno contra uno, King Kong tiene más opciones por su rapidez e inteligencia. Al tiranosaurio le hubiese costado mucho ser capaz de atraparlo entre sus fauces, aunque si llegase a morderle, con la potencia de sus mandíbulas quizás sería capaz de partirle un brazo. No obstante, habría que valorar cuánto tiempo sería el tiranosaurio capaz de aguantar los puñetazos del gorila.
Autopsia a un Tyrannosaurus rex
Cerramos este artículo con una de las cuestiones más asombrosas acerca de este impresionante animal prehistórico.
En el 2015, un grupo de paleontólogos y veterinarios practicaron una autopsia a una reproducción de tamaño natural de un Tyrannosaurus rex. Para que fuese igual que una autopsia de verdad, la reproducción incluía todos los órganos internos del tiranosáurido: huesos, músculos, órganos, tendones… y para que todavía fuese más realistas, también se incluyó la sangre.
De hecho, la reproducción está basada en los restos de «Sue», el tiranosaurio del que se encontró el esqueleto más completo.
https://www.youtube.com/watch?v=aev_IrViGUE
Como si un grupo de CSI se hubiesen encontrado un tiranosaurio que acababa de morir. Sus cerca de 13 metros de largo estaban echados sobre una inmensa camilla de autopsias, dispuestos a mostrar al mundo una de las anatomías más sorprendentes de la historia.
Y es que todo se hacía ante las cámaras ya que esta «operación» se realizaba para un especial de National Geographic (T.rex Autopsy).
Las sorpresas no acababan ahí ya que en el momento de la autopsia se podría descubrir que esta «tiranosauria» estaba embarazada. Así todos los espectadores podrían ver el huevo en el oviducto. Pero como buenos CSI también abrieron su estómago. La recreación era tan perfecta que hasta prepararon el estómago para que expulsase los gases correspondientes.
Y qué crees que usaron los científicos para abrir al T.rex, ¿un bisturí? Quizás para una uña de sus patas podría haber servido.
Para abrir el cuerpo del Tyrannosaurus tuvieron que usar una motosierra, no en balde estamos hablando del rey de los dinosaurios.
No es de extrañar la leyenda que acompaña a este dinosaurio.
Desde el principio hasta el final, no hemos dejado de ver que era una criatura tan aterradora como fantástica por igual. Y es que no estamos hablando de un dinosaurio cualquiera, sino del rey de los lagartos tiranos: el Tyrannosaurus rex.