Torvosaurus
Torvosaurus
Un rival bastante feroz y temible
Nombre: Torvosaurus
Dieta: Carnívora
Peso: 2 toneladas
Periodo: Jurásico Superior
Encontrado En: USA y Portugal
El Torvosaurus fue un género de dinosaurios que habitó en nuestro planeta durante el Período Jurásico (hace unos 153 millones de años atrás concretamente). Está clasificado dentro del grupo de los dinosaurios terópodo megalosáurido.
Este género habría tenido un aspecto bastante feroz. Esto es algo normal teniendo en cuenta que fue un dinosaurio carnívoro que poseía unos dientes muy afilados. Este enorme depredador habría sido uno de los mayores carnívoros terrestres del Jurásico.
Este enorme depredador tuvo un tamaño realmente grande para los carnívoros de su época con unas dimensiones de 10 metros de largo y con un peso de aproximadamente de 4 a 5 toneladas.
Taxonomía del Torvosaurus
Su taxonomía se divide de la siguiente manera:
- Este dinosaurio se encuentra dentro del Reino Animalia
- Pertenece al Subreino Eumetazoa
- Dentro de la Superfilo Deuterostomia
- Pertenece a la Filo o división Chordata
- Dentro de la Subfilo Vertebrata
- Este dinosaurio se encuentra dentro de la Clase: Sauropsida
- Pertenece a la Orden Saurischia
- Suborden Theropoda
- Pertenece a la Superfamilia Megalosauroidea
- Este dinosaurio se encuentra dentro de la Familia: Megalosauridae
Historia del Torvosaurus
Habitó en un terreno que hoy le pertenece al continente europeo y parte de Norteamérica. Un buen número de vestigios se han podido hallar en la formación Morrison, la cual se encuentra en Norteamérica, en los Estados Unidos, mientras que los restos de la zona occidental del continente europeo fueron hallados en la formación Lourinhã, en Portugal.
Fue de hecho reciente la denominación de una nueva especie de este dinosaurio, en 1979, la cual fue denominada Torvosaurus tanneri.
Características del Torvosaurus
La longitud de esta nueva especie era considerable, llegando a medir un total de 10 metros, su estructura ósea indicaba que realmente era un animal bastante sólido y ancho, de contextura considerable, llegando a suponer con muchos argumentos que esta nueva especie se encontraba entre los más grandes depredadores de aquella época, conjuntamente con Epanterias.
Solo para aclarar, este enorme animal denominado como Epanterias en realidad es un individuo aún lleno de misterios y con muchos secretos por revelar, y hay controversia debido a que un grupo de investigadores indica que es una especie de Allosaurus mientras que otros indican que se trata de un espécimen diferente.
Por otro lado, los vestigios que se encontraron en la región europea fueron denominados Torvosaurus gurneyi, ejemplares que llegaron a gozar de una longitud de 11 metros en total, no obstante, luego se realizó una revisión de dichas medidas y se corrigió quitando algunos centímetros, nada considerable en realidad.
De modo adicional, las extremidades situadas en la zona delantera del animal, resultaban ser de menor tamaño en comparación las otras extremidades situadas en la zona contraria, no obstante, a pesar de su tamaño estos brazos resultaban ser lo suficientemente potentes como para realizar maniobras en la depredación.
El origen de Torvosaurus se encuentra en el griego, donde la palabra “torvus” significa “salvaje” y «saurus» significa «lagarto». Fue Peter M. Galton quien le otorgó la denominación oficial, quien con la ayuda y colaboración de James A. Jensen, realizaron tal labor, en 1979. De forma adicional, la palabra “tanneri” se puso en honor a Eldon Tanner, un político.
En 1971, Vivian Jones dio con el paradero de un vestigio de suma importancia para el conocimiento de este ejemplar en la cantera Calico Gulch. Este vestigio se trataba de un pulgar de tamaño realmente sorprendente, el cual además presentaba una garra muy poderosa que incluso llegó a intimidar a su descubridor.
Luego de dicho hallazgo, la propia Jones se encargó de llevar al lugar al gran a James Alvin Jensen, quien en aquel tiempo ejercía la labor de aficionado coleccionista y realizaba labores adicionales en la universidad de Brigham Young.
Fue idea de su esposo en realidad, la de mostrar todos los hallazgos a Alvin, por ello mismo él se encargó de guiarle a la Morrison, famosa ya por los increíbles descubrimientos que se han realizado en dicho lugar como diversos ejemplares de Tyrannosaurus y Triceratops, entre otros.
En 1972, el propio Alvin Jensen conjuntamente con Stadtman, se encargaron de dirigir las labores de excavación y extracción de los vestigios enterrados, más debemos detallar que los nombres oficiales de dichos restos no iban a ser realmente claros hasta siete años después de dicho suceso de gran importancia.
Fue 13 años después del primer hallazgo que nuevamente Jensen logró dar con otro paradero importante de vestigios, los cuales fueron en su gran mayoría elementos óseos pertenecientes al cráneo de varios individuos prehistóricos.
Además de ello debemos destacar que los restos que se llegaron a hallar en el estado de Colorado fueron reseñados de forma personal por otro investigador de gran recorrido profesional, conocido con el nombre de Brooks Britt, trabajo que realizó en 1991.
Alimentación del Supersaurus
Lo que es algo innegable acerca de este animal es el tipo de alimentación que llevaba, es seguro que este ejemplar basaba su dieta en el consumo de vegetales en grandes cantidades, de hecho se ha llegado a estimar que probablemente esta criatura llegaba a ingerir más de dos toneladas y media de plantas durante la 24 horas del día, una cifra realmente fantástica.
Debido al gran peso que esta criatura presentaba, es más probable que su ambiente habitual hubiera estado compuesto por tierra firme, de otro modo, si se hubiera desplazado por zonas pantanosas, probablemente hubiera terminado en el fondo de dichas áreas.
Además de ello, existe la posibilidad de que este animal no usara sus elementos dentales para triturar, sino que simplemente se dedicaba a tragar el alimento para que el órgano estomacal hiciera todo el trabajo, debido a que se presume que contaba con las famosas piedras estomacales, las cuales realizaban dicha actividad funcional, los gastrolitos.
En cambio, los elementos dentales de este ejemplar eran más bien utilizados para poder extraer el alimento vegetal de donde se encontrase inserto.
Es también casi un hecho que lo que haya comido este ejemplar no fuera diferente a las coníferas y a las colas de caballo, por lo que dichos vegetales se podían localizar en el propio suelo, así mismo también se presume que hasta los pastos pudieron haber sido el alimento preferido de este grandioso y misterioso animal denominado Supersaurus.