Daspletosaurus
Daspletosaurus
América del Norte

Nombre: Daspletosaurus
Dieta: Carnívora
Peso: 4 Toneladas
Periodo: Cretácico
Encontrado En: América del Norte
El género Daspletosaurus engloba a unas especies de dinosaurios saurisquios terópodos tiranosáuridos que vivieron en lo que conocemos hoy como América del Norte, hace ya aproximadamente 75 millones de años, en el Período Cretácico.
Daspletosaurus significa literalmente «reptil espantoso», y en un principio se pensó que era un Gorgosaurus debido a que compartieron hábitat y época, pero después se vio que se trataban de dinosaurios distintos.
El hallazgo inicial de los vestigios de este ejemplar se llevó a cabo en el país de Canadá, no obstante, también existe otra estructura ósea que ha sido hallada en los Estados Unidos de América, por lo que podemos decir que estos ejemplares son los más escasos en cuanto a restos fósiles.
No obstante, debido a los grandes esfuerzos que los científicos han llegado a realizar, se ha podido obtener un gran número de datos sobre este dinosaurio a pesar de la escasez de vestigios.
¿Quieres conocer más acerca de este dinosaurio del Cretácico? Entonces no dejes de leer este artículo donde te exponemos una amplia y detallada información sobre el Daspletosaurus.
Taxonomía del Daspletosaurus
- Este ejemplar pertenece al reino de Animalia.
- El filo en el que fue clasificado es Chordata.
- La clase a la que perteneció es Sauropsida.
- Obviamente lo encontramos en el superorden Dinosauria.
- El orden en el que fue clasificado es Saurischia.
- Pertenece al suborden Theropoda.
- La familia donde fue incluido es Tyrannosauridae.
- La subfamilia en la que lo encontramos es Tyrannosaurinae.
- El género al que estamos haciendo referencia es Daspletosaurus.
Este género está representado por dos especies: D. torosus y D. homeri, siendo la primera especie mencionada la especie tipo, es decir, la que ha sido utilizada para poder realizar la descripción científica que ha trascendido hasta la actualidad.
Características de este dinosaurio

Las dimensiones de este animal eran realmente gigantescas, con casi 900 centímetros de largo y con un peso increíble de más de 4000 kilogramos.
La zona de la cabeza del espécimen disfrutaba también de un gran tamaño, incluso se ha llegado a presumir que dicha zona podía llegar a tener una longitud craneal de más de 100 centímetros.
De forma adicional, se ha llegado a saber que este ejemplar utilizaba su gran cabeza como un enorme martillo que podía golpear y herir de gravedad a sus oponentes e incluso a las presas que se decidía por cazar.
Esto nos lleva a pensar que es bastante obvio y claro que dicha cabeza también resultara ser muy resistente y de gran consistencia para que pudiera efectuar muchos golpes a lo largo de su existenc ia.
Incluso existen algunos afamados investigadores que han llegado a afirmar que dicha zona del animal era una zona indestructible, casi imposible de ser fracturada o dañada por algún otro animal de su época.
¿Sabías qué?…
Este era un ejemplar que claramente tenía la capacidad de poder recibir o brindar muchos golpes con su testa e incluso no sentir ningún tipo de dolor, su estructura se encontraba diseñada de un modo perfecto para soportar numerosos impactos, fueran del tipo que fueran.
Además de ello se ha llegado a conocer que en dicho cráneo podemos observar algunas aberturas denominadas fenestras, las cuales sirven para restar volumen a la estructura total, de ese modo la agilidad y velocidad con la que esa estructura podía ser movida o desplazada era mucho mayor.
En cuanto a su cuello podemos decir que este disfrutaba de la forma de una S, una cualidad que tenía en común con otros ejemplares denominados bajo el nombre de tiranosáuridos, por lo que la flexibilidad era una cualidad necesaria e importante en esta parte de su cuerpo.
Esta flexibilidad era simplemente imprescindible, sobre todo cuando ahora sabemos que usaba dicho cuello para poder balancear el gran mazo que tenía como cabeza.
La estructura dental ubicada en la zona de la boca era variada y abundante, incluso se la ha llegado a comparar la estructura dental del Daspletosaurus con la estructura dental que poseen los tiburones.
Adicionalmente a esto, todos los elementos dentales no disfrutaban de la misma forma ni tampoco de la misma función, por lo que podemos decir que se encontraban divididos de acuerdo a la función que tenían que realizar.
Esta cualidad es denominada heterodoncia, cualidad adicional que le hace parecerse aún más a otros ejemplares colocados dentro de los conocidos tiranosáuridos.
Descubrimiento de este dinosaurio
Los vestigios encontrados y que pertenecen a esta criatura consistían solamente en una estructura ósea que resultaba estar incompleta, ésta constaba de unos elementos pertenecientes al cráneo, a la zona del hombro y a las zonas pertenecientes a las extremidades.
Obviamente también hacían falta muchos huesos para poder completar al menos la mitad de la estructura total, pero con los escasos vestigios hallados se han podido realizar investigaciones de gran importancia.
El primero de los vestigios encontrados se halló en 1921, como ya habíamos mencionado, dentro de un territorio que hoy en día le pertenece a Alberta, situada en el norte de América.
El principal investigador de este ejemplar, Charles Mortran Sternberg, fue quien los halló. No obstante, la reseña de los datos del animal no fue publicada hasta después de casi 50 años, cuando otro científico, Russell, se encargó de realizar tan esforzada labor.
Dale Russell fue el afamado científico que tomó los restos del cráneo y se dispuso a analizar y a interpretar los misterios escondidos en esa pieza ósea, y fue el mismo sujeto quien se encargó de brindarle la denominación a una nueva especie de este animal, estamos hablando de la especie Daspletosaurus torosus.
En esta especie resaltaba una cualidad bastante descriptiva de este animal, la de los músculos enormes que seguramente presentaba en vida, toda esta investigación recordemos que se dio en la década de 1970.
Finalmente, hasta nuestros días, se han llegado a contabilizar un total de 6 estructuras óseas, y la última se pudo hallar en pleno siglo XXI, lo curioso y realmente exquisito es que este último individuo es el que se encuentra en mejores condiciones, y nadie aún logra explicar la razón de tal detalle.
Existe también una controversia sobre un hecho que se llegó a dar mediante una de las expediciones científicas que se realizaban cada año, resulta que dos estructuras óseas de gran importancia fueron sustraídas y se desconoce el paradero hasta nuestros días, estructuras que fueron halladas en la formación Oldman.
La controversia no es ajena a este animal, puesto que un numeroso grupo de científicos asegura que este ejemplar no es nada más y nada menos que una estructura perteneciente al Albertosaurus, debido a las grandes similitudes que este presenta. Mientras tanto, otro grupo de paleontólogos afirma que efectivamente se trata de un espécimen muy diferente, por ello reafirman el nombre de Daspletosaurus.
Alimentación del Daspletosaurus

Este misterioso ejemplar pudo haber sido uno de los más grandes depredadores, un verdadero feroz animal que se alimentaba de todo aquel que se le cruzase por su camino, todo ello debido al gran tamaño y a la gran velocidad con la que podía moverse.
Es bastante probable que ningún ejemplar de su tiempo se le haya resistido o haya podido soportar el ataque de tan estruendosa criatura, tan solo al imaginar la enorme cabeza con la que azotaba a sus víctimas se hace bastante probable que los demás animales solo atinaran a huir mientras eso era algo posible.
Se presume además que entre sus principales víctimas podemos mencionar al interesante ejemplar denominado como Centrosaurus, e incluso a otro espécimen que ya hemos conocido bajo la denominación de Hadrosaurus.
El dinosaurio de este artículo se encontraba en lo que hoy conocemos como la cima de la cadena alimenticia, ningún otro animal le daba caza a él, pero él se encargaba de comerse a todos.
La estructura ósea de este espécimen era por sí sola de un volumen muy elevado, por lo que es obvio que el cuerpo total del animal lo era aún mucho más, por este detalle se cree que para desplazarse no era un animal tan veloz que digamos.
En otras palabras, la agilidad no era un recurso que este animal aprovechaba de forma frecuente, sobre todo si se trataba de cazar a otros ejemplares de menor tamaño y mucha mayor velocidad de la que éste podía llegar a presentar.
Por esa gran razón, muchos científicos han llegado a dilucidar sobre cómo este animal lograba atacar y comerse a sus presas de forma frecuente, hasta que finalmente dieron con la respuesta, y es que este espécimen lograba ser muy sigiloso y era bastante bueno realizando ataques de modo sorpresa.
De esta forma las presas, por más pequeñas y rápidas que fuesen, ya no lograban escapar de los enormes y poderosos dientes, ni tampoco del potente cabezazo que este ejemplar les proporcionaba.
Para realizar tal maniobra, las condiciones de su entorno debían de ser favorables para él, puesto que debían existir frondosos árboles o vegetación abundante, de modo que su cuerpo pudiera ser totalmente camuflado y evitar así ser detectado por sus víctimas.
Por ello mismo ya podemos imaginar a este animal realizando un salto bastante efectivo, brindando un poderoso cabezazo con el que incluso podía hacer llegar a perder el conocimiento a otros ejemplares que posteriormente llegarían a convertirse en su alimento.
El comportamiento de este animal era realmente de un individuo muy inteligente, un individuo que incluso habría luchado con otro ejemplar de grandes dimensiones, entre los cuales podemos mencionar al gran Tyrannosaurus.
Todo estos datos se conocen debido a que los elementos óseos de la zona de la cara llegaron a evidenciar unas huellas pertenecientes a los dientes de otro animal, por lo que evidentemente se trataba de una mordida de otro ejemplar de gran dimensión.
De igual forma, fueron estos mismos científicos quienes llegaron a la conclusión de que dicha mordida probablemente habría cicatrizado de modo muy rápido, por lo que este individuo habría vencido al otro animal o bien habría logrado escapar.
Este hecho nos advierte acerca de la gran capacidad intelectual que lograba tener el ejemplar que hoy en día es protagonista de este artículo.
Dicho comportamiento es bastante frecuente entre los más grandes depredadores que hemos ido conociendo a lo largo de estos días, no necesariamente se atacaban para comerse, sino que en realidad lo hacían para marcar su territorio o para lograr saber quién era el más poderoso de aquel territorio y de aquella época prehistórica.
¿Cuándo y dónde vivió el Corythosaurus?
¿Cuándo vivió el Corythosaurus? – Los dinosaurios habitaron la Tierra durante muchos millones de años, aproximadamente 186 millones de años.
Y es que hablar de dinosaurios y pensar que eran todos iguales es algo erróneo, existieron muchos tipos de dinosaurios e iban evolucionando con el paso de los años.
Los Corythosaurus sólo estuvieron unos 2 millones de años en la Tierra de todos esos 186 millones de años que estuvieron los dinosaurios. Empezaron a habitar hace 77,5 millones de años aproximadamente hasta hace 75 millones de años (más o menos).
Hace 77,5 millones de años reinaba la época del Cretácico Tardío. Dicho así puede resultar algo bastante específico pero el Cretácico abarca casi 70 millones de años donde sucedieron bastantes cosas.
Para concretar más siempre se dividen las Épocas en Edades para así poder especificar más. En el caso de los Corythosaurus, habitaron en el Cretácico Superior Campaniense.
La Edad Campaniense empezó hace 83.6 millones de años y terminó hace unos 72 millones de años. Además de que los Corythosaurus habitasen la Tierra durante esos años sucedieron otros hechos también bastante importantes.
En la Edad Campaniense surge una radiación entre los dinosaurios que ocasionó la aparición de muchas especies. Por ejemplo, en Norteamérica aumentó el número de géneros de dinosaurios conocidos desde 4 a principios de la Edad hasta 48 en el final de la Edad.
No se sabe realmente si esto se debe a que es a raíz de que la preservación de los fósiles más antiguos a esa Edad es de ínfima probabilidad o si realmente hubo un fenómeno natural que diese pie a que surjan todos estos nuevos géneros de dinosaurios.
Durante esta etapa hubo amplias zonas continentales con climas cálidos y cubiertos con aguas poco profundas. Es muy probable que esto favoreciera la vida en general de los dinosaurios. Al terminar la Edad Campaniense empezaría la última Edad antes de la desaparición de los dinosaurios, la Edad Maastrichtiana.
De la Edad Maastrichtiana existen muchos menos hallazgos que de la Edad Campaniense.
Esto hace sospechar que realmente sí que hubo un cambio muy brusco al empezar la Edad Campaniense, pues pasó de 4 géneros de dinosaurios a 48. Para refutar esto se podría decir aludir a que la preservación de los fósiles de la Edad anterior al Campaniense fue muy mala.
Con esta regla de tres se podría decir que entonces, en la Edad Maastrichtiana habrían más fósiles, cosa que no es así. Se han encontrado en Norteamérica, de la Edad Maastrichtiana, un 30% de dinosaurios menos que los que habían en el Campaniense Superior.
¿Dónde vivió este dinosaurio? – Todo indica que el hábitat del Corythosaurus era por la zona de la Formación Oldman y la Formación Dinosaur Park del país canadiense. Estas formaciones están situadas por el sur de Alberta.
Lo más curioso es que tuviesen una zona limitada siendo los dinosaurios más abundantes en la Edad Campaniense. Se ha observado que los grandes dinosaurios herbívoros como lo son los hadrosáuridos, tenían pequeñas áreas geográficas.
Esto es bastante curioso debido a que tenían un gran tamaño y relativamente alta movilidad.
¿Qué comían los Corythosaurus?
Este dinosaurio era un ornitópodo. Esto viene a significar que la dieta que sigue es herbívora. Según las investigaciones, este dinosaurio no lo habría tenido demasiado fácil para comer.
El paleontólogo Benson en el 2012 se percató de que el Corythosaurus tenía un pico poco profundo y bastante delicado, que le habría condicionado la dieta a vegetación suave.
Su pico junto al clima del Cretácico Superior, se pudo suponer que el Corythosaurus era bastante selectivo con su alimentación. Sólo habría comido las hojas más jóvenes y los frutos más jugosos.
¿Quién descubrió al lagarto de casco?

La primera evidencia de la existencia del Corythosaurus en la Tierra fue gracias al espécimen AMNH 5240 descubierto en 1911. Barnum Brown encontró esta muestra por la zona de Red Deer River que pertenece a Alberta (Canadá).
El espécimen AMNH 5240 era un gran hallazgo, pues no sólo la muestra estaba bien conservada sino además gran parte de las impresiones de la piel de este dinosaurio. Eso sumado a que sólo faltaba un poco de su cola y las parte de las extremidades delanteras.
En 1914, Brown y Peter Kaisen hallaron otro espécimen (AMN 5338) que al igual que la primera, también estaba muy bien conservada.
Si estás interesado en ver uno de estos dos, o directamente los dos especímenes deberías visitar el Museo Americano de Historia Natural. Allí te encontrarás con los dos especímenes en las posturas originales de su fallecimiento.
¿Quién es Barnum Brown?
Un día cualquiera como 12 de Febrero del 1873 es cuando aparece Brown en la Tierra.
Barnum fue uno de los paleontólogos más famosos. Esto se debe a que entre otras muchas cosas, fue el primero en encontrar restos sobre el Tyrannosaurus Rex.
El área de trabajo de Barnum Brown no sólo se limita al de los dinosaurios. Él era un cazador de fósiles de todo tipo de animales.