Cómo cazaban en la prehistoria
La caza en la prehistoria
Gracias a las pinturas rupestres y a los restos que se han ido encontrando tanto de animales como de nuestros antepasados y, por supuesto, de las herramientas que utilizaban, hoy día, somos capaces de poder contestar a esta pregunta:
¿Cómo cazaban en la prehistoria?
- Es una gran pregunta donde una de las premisas de la cacería era:
“La emboscada“
¿Dónde vivieron los dinosaurios?
El primer cazador del que se tiene conocimiento fue el Homo Erectus, los anteriores a él, fueron principalmente recolectores y carroñeros.
Y eso se puede confirmar gracias a las herramientas encontradas en los asentamientos y que pertenecieron a la cultura Achelense y Olduvayense.
Veamos cómo cazaban el homo sapiens y el neandertal, los cuales convivieron durante muchos años en Europa y utilizaban las mismas metodologías de caza; las cuales obviamente variaban según el tamaño de la presa.
Caza de pequeños animales
Estos pequeños animales a los que daban caza, principalmente el homo sapiens, eran liebres, conejos y pájaros. A los que abatían a pedradas.
Así de sencillo, les lanzaban piedras de un cierto tamaño que les pudiesen dejar si no muertos del primer golpe sí mal heridos para poder cogerlos después y comérselos.
Caza de animales grandes
En este caso sus presas serían ciervos, bisontes, mamuts, corzos, cabras, jabalís, caballos…; y en menor medida habrían cazado renos y rinocerontes lanudos. En el caso de los neandertales habría que añadir que además al oso cavernario al que habrían dado caza lo habrían utilizado también en determinados rituales.
Dependiendo de lo numeroso que fuese el grupo, pues está clarísimo que era como cazaban, y del tamaño del animal al que quisieran abatir así utilizarían alguna de estas técnicas: Acorralamiento
Que consistía en hostigar y reducir al máximo el espacio de movimiento del animal, al que acabarían dando muerte; y esto lo podían hacer de las siguientes formas:
Acorralaban al animal entre todo el grupo y luchaban contra él con cuchillos y lanzas hasta darle muerte.
Acorralaban al animal contra una pared una parte del grupo y desde la parte alta la otra parte del grupo le lanzaba piedras.
Acorralaban al animal y lo dirigían hacia un precipicio y le hacían caer. Aquí el grupo también estaba divido en dos, una parte dirigía al animal, mientras que la otra esperaba abajo a que cayese para terminar de matarlo.
Acorralaban al animal en el interior de una cueva o gruta y allí lo daban muerte.
Todos animales capturados eran despedazados en el lugar donde los abatían y lo llevaban fácilmente en piezas hasta el campamento; excepto en el caso de las cuevas, donde normalmente se quedaban hasta que acabase la reserva de carne.
Todos animales capturados eran despedazados en el lugar donde los abatían y lo llevaban fácilmente en piezas hasta el campamento; excepto en el caso de las cuevas, donde normalmente se quedaban hasta que acabase la reserva de carne.
En las emboscadas los cazadores no lanzaban sus lanzas, sino que las sujetaban con sus manos mientras las clavaban a su presa; como si fuese un cuchillo.
Esto se sabe porque se han encontrado fósiles de neandertales y homo sapiens con numerosas fracturas que demostrarían que se acercaron mucho al animal.
Trampas
También realizaron trampas para dar captura a sus presas que consistían en cavar un foso lo bastante profundo como para colocar lanzas apuntando la parte afilada hacia arriba y que no fuesen vistas desde la superficie.
Este agujero era después tapado con ramas y hojas.
Lo que hacía entonces el grupo de caza era dirigir hacia esa trampa a su presa, la cual caía y si no moría en el acto, desde luego que quedaba lo suficiente mal herida como para que la pudiesen terminar de dar muerte sin que ningún integrante del grupo quedase herido.
Pesca
Aquí tenía mucho que ver la puntería y habilidad del cazador, porque la pesca la realizaban utilizando las lazas; tal y como hacen aun hoy día algunas tribus indígenas del Amazonas o de África.
Aunque también conseguían los peces con ayuda de anzuelos creados a partir de los huesos de los ciervos que cazaban.
Curiosidades sobre la caza en la prehistoria
Asaban la carne al fuego y después se la comían; o eso es lo que creen algunos científicos que están estudiando el tema. De esta manera el fuego además de ser utilizado para calentarse y ahuyentar a los posibles depredadores, les serviría para cocinar.
El fuego lo descubrieron los homo erectus hace unos 400 mil años.
Todo lo que sabemos es gracias a las pinturas encontradas, como las de Altamira en Cantabria; y a los restos que se han ido encontrando en distintos lugares, como las herramientas encontradas de la cultura musteriense y la auriñaciense, pertenecientes a los neandertales y los homo sapiens respectivamente, encontradas en la cueva de Covalejos, también en Cantabria.
El último descubrimiento de los científicos ha sido el confirmar que el hombre ya cazaba con lanzas a las que les añadían afiladas puntas de piedra hace 500 mil años.